Quedan muy bonitos estos pajaros de ala grande. Me crean un conflicto bipolar entre tensión y fascinación. He pasado malos momentos con mis hijos por sus ganas de volar. He visto fotografías alucinantes que hicieron desde el aire. El menor voló en parapente cuando vivió en Vejer de la Frontera y un día tuvo un accidente al aterrizar y se rompió la vértebra L1. Ha tenido suerte de no quedar parapléjico, pues le quedo una astilla en el canal medular que al operarle los cirujanos no se atrevieron retirarla. Llevó una prótesis impresionante en la espalda durante unos cinco años hasta que tuvo un rechazo y se la tenían que sacar. Le han quedado soldadas las tres vértebras en una pieza. El mayor voló en ala delta aquí en Mallorca y también tuvo un par de accidentes (lo mismo mi nuera). No eran tan graves como el del hermano pero lo paso muy mal con unas cuantas costillas rotas. Yo he ido solamente en dos ocasiones a verle despegar y volar. Ver le tirarse la segunda vez que fui me bastó para no querer ver mas. Menos mal que dejaron de volar por “deporte”. El menor al tener una hija y el otro no mucho después. Bueno, siempre me digo que por todas partes hay riesgos escondidos. Pero prefiero que no añadan más de la cuenta.
Erna siento que afloren esos malos recuerdos pasados. Quedate con la fascinación y no con la tensión, pues si esos recuerdos ya son pasados, que se queden allí, en el pasado.
Hola Angel,
ResponderEliminarQuedan muy bonitos estos pajaros de ala grande.
Me crean un conflicto bipolar entre tensión y fascinación.
He pasado malos momentos con mis hijos por sus ganas de volar.
He visto fotografías alucinantes que hicieron desde el aire.
El menor voló en parapente cuando vivió en Vejer de la Frontera y un día tuvo un accidente al aterrizar y se rompió la vértebra L1. Ha tenido suerte de no quedar parapléjico, pues le quedo una astilla en el canal medular que al operarle los cirujanos no se atrevieron retirarla. Llevó una prótesis impresionante en la espalda durante unos cinco años hasta que tuvo un rechazo y se la tenían que sacar. Le han quedado soldadas las tres vértebras en una pieza.
El mayor voló en ala delta aquí en Mallorca y también tuvo un par de accidentes (lo mismo mi nuera). No eran tan graves como el del hermano pero lo paso muy mal con unas cuantas costillas rotas.
Yo he ido solamente en dos ocasiones a verle despegar y volar.
Ver le tirarse la segunda vez que fui me bastó para no querer ver mas.
Menos mal que dejaron de volar por “deporte”. El menor al tener una hija y el otro no mucho después.
Bueno, siempre me digo que por todas partes hay riesgos escondidos.
Pero prefiero que no añadan más de la cuenta.
Un saludo
Algun dia haré fotos asi...
ResponderEliminarmientras...un saludo...
Parecen un par de ojos en el cielo....
ResponderEliminar¡Saludos!
Muchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarErna siento que afloren esos malos recuerdos pasados. Quedate con la fascinación y no con la tensión, pues si esos recuerdos ya son pasados, que se queden allí, en el pasado.
Un abrazo.
Que tentador es el cielo y que bello, la obsesion humana, volar.
ResponderEliminarBonita fotografia de una libertad arriesgada.
Saludos.
El querer parecerse a los pájaros siempre tuvo consecuencias... Preciosa imagen.
ResponderEliminar